Una visita al ginecólogo puede provocar temor en la gran mayoría de las mujeres, principalmente si es la primera vez. Es importante saber que no hay razón para sentirse apenada o asustada. Esta visita es de gran importancia para cuidar de tu salud y es un espacio enriquecedor donde podrás evacuar muchas dudas respecto a tu salud sexual y reproductiva.

¿Cuándo debo asistir?

Muchas mujeres realizan esta primera visita cuando ocurre la menarca o primera menstruación principalmente si los ciclos son irregulares, intensos o dolorosos. Es importante también si no parece haber datos de desarrollo sexual como crecimiento del busto o del vello púbico a los catorce años o la primera menstruación parece estar tardando más de lo normal en llegar. Por otro lado, si el desarrollo sexual es adecuado y los ciclos se dan de manera regular no seria mandatoria una valoración.

Otro momento de suma importancia para realizar una valoración ginecológica es cuando se está pronta a iniciar la vida sexual. Así podremos evacuar las dudas que tengas al respecto, tomar las precauciones necesarias, protegerte de enfermedades de transmisión sexual y además definir el método más adecuado en tu caso para prevenir un embarazo.

Si por el contrario ya iniciaste tu vida sexual y nunca te has revisado,  te quiero enfatizar en la importancia que tiene asistir con un especialista en ginecología. Al tener contacto sexual, estamos expuestas al Virus del Papiloma Humano (VPH), la enfermedad de transmisión sexual más común.

El VPH es el agente causal de las lesiones premalignas (displasias cervicales) y malignas (cáncer) de cérvix, además de las verrugas genitales o condilomas. Estas lesiones generalmente no dan síntomas hasta que se encuentran en etapas avanzadas por lo que es importante prevenirlas y detectarlas a tiempo.

¿Que ocurrirá durante la consulta? Te lo cuento paso a paso.

Durante la consulta se realiza una pequeña entrevista para conocer tus antecedentes familiares, personales, sexuales y reproductivos. En este momento puedes exponer las dudas que tengas. Si te sientes nerviosa también las puedes anotar para poder recordarlas mas fácilmente, muchas pacientes lo hacen.

Luego pasaremos a la exploración física. Como parte de la misma realizamos una exploración de las mamas, con ella podremos detectar alteraciones o lesiones sospechosas de cáncer. Es un buen momento también para aprender a auto-explorarte.

También realizaremos un ultrasonido de la zona pélvica para valorar las estructuras internas como el útero, trompas y ovarios. Este se puede realizar por vía abdominal, principalmente en aquellas pacientes que no han iniciado aún su vida sexual, o por vía vaginal. Es de suma importancia como complemento del examen físico ya que nos permite detectar malformaciones, alteraciones e incluso cáncer en estas estructuras que de otro modo pasarían desapercibidos.

Si ya iniciaste tu vida sexual realizaremos además el Papanicolaou. Este es un examen sencillo en el cual recolectamos con la ayuda de un pequeño cepillo, células de la superficie del cuello uterino o cérvix. Así podremos detectar lesiones tanto premalignas como malignas de cérvix. Además nos podría servir de apoyo para la detección de infecciones vaginales aunque éste no es su objetivo principal.

¿Cada cuánto se debe realizar esta valoración?

Si todos los resultados son normales, la valoración debe realizarse idealmente cada uno a dos años. En caso de alteraciones tu médico te recomendará el periodo de seguimiento mas adecuado.

Es importante destacar que si ya iniciaste tu vida sexual las revisiones de seguimiento deben realizarse de manera rutinaria y regular  independientemente de si estás o no sexualmente activa. Eso no te resta riesgo de desarrollar alguna alteración.

Si lo estabas dudando, espero que esta información te haya sido útil y te de ese empujoncito que te faltaba. ¡Espero verte pronto!

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